Una larga y ancha playa de fina arena dorada. Arriba, en la cima de la colina está el Monasterio de la Virgen de Tsambika, de la que la playa ha tomado su nombre. Hay una abundante cantidad de camas de sol para que se tumbe y trabaje en su bronceado. También dispone de todo tipo de deportes acuáticos, algunas pequeñas cantinas y un restaurante.