El Hospicio de Santa Caterina fue construido en 1391-92 por la Orden de los Caballeros de San Juan (Caballeros Hospitalarios) para albergar y entretener a huéspedes apreciados. El Hospicio lo construyó, bajo el mando del Gran Maestre Heredia, el italiano Domenico d´Allemagna, un almirante de la Orden de los Caballeros.
El Hospicio ya operaba desde 1394-95 cuando uno de sus especiales huéspedes, Niccole de Martoni, lo describió como “habitaciones hermosas y espléndidas, ocupadas por muchas y buenas camas”.
Aparentemente, el edificio fue destruido durante el asedio de 1480 y en el sismo de 1481. En 1944 la sección oriental del Hospicio fue destruida de nuevo por el bombardeo de los Aliados, junto con otros muchos edificios en el corazón del Barrio Judío.
El Hospicio restaurado (por el Despacho de la Ciudad Medieval) cuenta con preciosos pisos de guijarros de mar y mosaicos; cielos rasos de madera tallados e intrincadamente pintados; un gran vestíbulo y un fastuoso dormitorio así como exhibiciones atractivas.